Escrito por Antonio Luis
Desde las compañías aéreas hasta los supermercados, en todas las
empresas ofrecen cada vez más incentivos para que los clientes vuelvan y
compren con mayor frecuencia y volumen.
En este sentido, las
denominadas «tarjetas de fidelización», con su sistema de descuentos y
premios, se han convertido en un verdadero boom en el mundo entero,
destacándose como la herramienta de marketing más poderosa para
conseguir clientes fieles y más ahora en tiempos de crisis.
Todos sabemos lo importante que es fidelizar y retener a
nuestros clientes, porque lograr una clientela fiel cuesta mucho menos
dinero y genera muchos más beneficios que invertir constantemente
recursos para conseguir nuevos compradores. Muchas veces los costosos
esfuerzos en realizar promociones, regalos y descuentos sirven para
atraer nuevos clientes, pero son inefectivos a la hora de retenerlos. Es
por ello que una poderosa herramienta de marketing ha cobrado un
espectacular auge en los últimos años: las «tarjetas de fidelización».
«Hay
muchos estudios que demuestran que la promoción de ventas basada en
precios puede aumentar los ingresos en un período corto, pero a la larga
puede perjudicar al establecimiento. Es como tratar a un consumidor
como a un perro al que se le enseña mediante recompensas», según un
directivo de marketing de una importante firma internacional, que además
agrega. «Incluso algunos profesionales de marketing tienden a caer en
este error. Por ejemplo, cuando dedican mucho esfuerzo a la captación y
poco a la fidelización. Tenemos que construir promociones que creen
relaciones; ésas son las mejores, y no las que consisten en hacer tratos
interesantes que se agotan en un día».
CUALES SON SUS BENEFICIOS
En
comparación con otros sistemas de fidelización, el uso de las tarjetas
conlleva enormes beneficios, tanto para el empresario como para el
cliente.
Se puede también estimular la compra en días o
temporadas específicas, ofreciendo más descuento por consumir productos y
servicios de ese local en un momento especial del año. Por ejemplo, una
floristería puede anunciar a sus clientes que obtendrán descuentos
importantes si hacen allí sus compras del «Día de los Enamorados», lo
cual seguramente generará importantes ingresos a la empresa, que a buen
seguro compensaran los descuentos, con el consiguiente beneficio para
ambos, empresa y consumidor.Image
DISTINGUIRSE DE LA COMPETENCIA
«La
lealtad de los clientes es el activo más importante de la empresa y es
lo que permite -al menos durante el mediano plazo- asegurar el flujo de
ingresos y el funcionamiento del negocio. Por otra parte, a medida que
los mercados se vuelven más competitivos, adquirir nuevos clientes
resulta cada vez más costoso y conservar los que hoy nos eligen se
convierte en una prioridad estratégica», explica un experto en marketing
relacional de una consultora.
A pesar de ello, muchas empresas
parecen más preocupadas en captar nuevos clientes que en retener los que
ya tienen. Dedican todos sus recursos a “seducir al resto”, en lugar de
construir relaciones más sólidas y estables con sus clientes actuales.
«Es como pretender llenar una bañera trayendo litros y litros de agua,
sin darse cuenta que la bañera está repleta de agujeros».
El
aspecto más visible de la lealtad es la preferencia del cliente por
nuestra empresa a lo largo del tiempo (la máxima expresión es un cliente
“vitalicio”). Pero la lealtad además se manifiesta de muchas otras
maneras:
• Mayor predisposición para probar nuevos servicios y productos
• Mayor tolerancia a los errores de la empresa
• Inmunidad a las acciones de captación y señuelos de la competencia
• Recomendación de nuestros servicios a su entorno de amigos y conocidos
Estos
comportamientos -que a primera vista parecen difíciles de cuantificar-
han sido motivo de numerosas investigaciones. Luego de analizar empresas
de diferentes rubros, llegaron a conclusiones realmente sorprendentes:
el aumento de un 5% en la retención de los clientes permite incrementos
en la rentabilidad que van desde un respetable 30% hasta un increíble
125%. Estas conclusiones fueron corroboradas por una gran cantidad de
investigaciones, que demuestran la altísima correlación que existe entre
la lealtad y la rentabilidad de las empresas.
EFECTOS DE LA LEALTAD
Para
comprender los efectos económicos de la lealtad se debe analizar el
Valor de Vida del Cliente (Life Time Value), variable que representa
todas las ganancias presentes y futuras (potenciales) generadas por un
cliente. Como es de esperar, el “Valor de Vida del Cliente” aumenta
sustancialmente con el aumento de la lealtad:
1) relaciones a
largo plazo: el cliente leal mantiene su relación con la empresa durante
más tiempo, generando ingresos durante más años
2) incorporación de
nuevos servicios: a medida que aumenta la antigüedad del cliente también
aumenta la cantidad de servicios y productos que utiliza. Los clientes
antiguos –en promedio- son más rentables que los clientes recientes
3)
menor costo de mantenimiento: atender un cliente que hace años utiliza
nuestros servicios es más económico que iniciar una relación con un
novato
4) Por último, los clientes satisfechos son una espectacular
fuerza de venta, que en forma silenciosa o por el boca a boca fomentan
en su círculo de amigos y conocidos la adopción de nuestros servicios y
productos.
Embarcarse en un programa de fidelización exige un
compromiso real y permanente con la satisfacción del cliente. Este
cambio cultural, que debe liderar la gerencia y trasmitir a toda la
organización, es un proceso que no tiene fin, ya que siempre existirán
nuevas oportunidades para mejorar la relación con el cliente.
(*) Director Gerente de MultiServicio Empresarial S. L
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