En estos pasados días he asistido a unas charlas que he de reconocer
han sido de mi agrado ya que he escuchado muchas cosas que resulta muy
difícil oír en determinados círculos empresariales y a determinadas
personas relacionadas con el mundo de la empresa y el comercio.
El
tema que más me impactó fue el poder oír como personas de reconocido
prestigio de nuestra isla son capaces de reconocer que han cometido
errores en tiempos pasados y que esperan no volver a cometerlos. Incluso
que prometen que no repetirán comportamientos pasados en futuras
oportunidades…
Según datos del Consejo Superior de Cámaras de
Comercio el 50% de las empresas cierran al 4º ejercicio. Cada año se
crean 335.000 Pymes en España y de estas 275.000 que representa el 82%
termina por desaparecer.
Si empezamos con estos datos, creo que el futuro no es nada
halagüeño, pero algo debe ocurrir para que estas cifras sean las que
son. Se deberá a errores fundamentalmente, o las empresas se cierran
porque si y las abrimos por amor al arte…
Haciendo un análisis mínimo serio y siendo algo autocríticos, los principales defectos serán:
– Falta de cultura empresarial
– Errores en la gestión de la empresa
– Mala administración
– Falta de estudio de mercado
– Incompetencia personal
– Exceso de marca
– Endiosamiento
– Errores de adaptación al medio
– Exceso de visión
– Defectos de visión
– Totalitarismo personal
– Adelantarse a su tiempo
– Errar es humano.
– Etc…
Seguro que a más de uno leyendo estos puntos, interiormente le han salido los colores… aunque no lo quiera reconocer.
Pero
siempre en vez de buscar en el interior, atribuimos el fracaso de
nuestros proyectos a razones y factores externos como pueden ser:
– Escaso apoyo oficial
– Controles excesivos del Gobierno
– Fuentes de financiación escasa o inexistentes
– Altos costes de las fuentes de financiación
– Deficientes programas de ayuda a las Pymes
– Altas tasas impositivas
– Altos costes laborales
– Escasez de personal cualificado y bien formado
– Etc…
Claro que estos factores influyen de forma importante en el éxito de nuestro proyecto empresarial.
La
experiencia demuestra que las principales causas de estos altísimos
índices de fracaso se atribuyen a que los responsables de las Pymes
cometen siempre y sistemáticamente los mismos errores.
La falta
de un buen análisis estratégico y estudios previos que garanticen la
viabilidad de la idea. La mala administración debida a la incompetencia
personal de muchos de los responsables y la escasa o nula preparación o
formación de muchos de los promotores. La escasez de valores y el puro
afán de lucro en los proyectos sin tener en cuenta la componente social
de la empresa. La ausencia total de una cultura empresarial que
favorezca el clima de la empresa y hasta el totalitarismo en la gestión.
INEXISTENCIA DE LA CULTURA EMPRESARIAL
Las
Pymes no se plantean cual es su misión o sus valores, por qué existen,
cuáles son sus propósitos, por qué reciben clientes que compran. Su
única premisa y objetivo es “GANAR DINERO” a toda costa sin plantearse
nada mas. Y comprarse el coche de gran cilindrada para ponerlo en la
puerta del comercio como muestra de ostentación… pero cuando se deja de
ganar dinero que ocurre…
FALTA DE ESTUDIOS DE VIABILIDAD
Cuando
no hay un buen plan de empresa y un estudio de viabilidad con un
análisis D.A.F.O. (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades)
que les oriente en el camino a seguir, sin planteamientos ni objetivos a
corto, medio y largo plazo para la empresa, los que se lanzan a la
aventura terminan fracasando e improvisando para sobrevivir cuando no
entran los ingresos, o estos se dilatan en el tiempo.
ADMINISTRACIÓN DEFICIENTE
Según
datos de recientes estudios se estima que solo 2 de cada 10 empresarios
están capacitados para llevar solos su propia empresa. Por lo tanto la
mala administración del negocio es una de las causas de fracaso en el
80% de las Pymes. Es muy común que los gerentes de una empresa se crean
que tienen los conocimientos suficientes en todas las áreas del negocio
(Administración, Informática, Contabilidad, Facturación, Publicidad y
Marketing, Producción, Compras, Ventas, Clientes, Proveedores, Logística
y Distribución, etc…), y que de forma prepotente y orgullosa suelan
rechazar cualquier sutil y mínima sugerencia de asesoramiento o ayuda.
INCOMPETENCIA PERSONAL
Cuantas
empresas fracasan por la incompetencia de sus dueños para llevar el
negocio. Es muy doloroso decirle a un emprendedor que no está capacitado
para desarrollar su idea de negocio y antes de comenzar se debe
preparar para poder volar solo con tanta competitividad, adaptarse a los
cambios del mercado y estar en alerta y en constante formación, conocer
su producto el de la competencia y los clientes y además de todo ello
sobrevivir.
GESTIÓN TOTALITARIA
Otro error común
de los promotores de una idea de negocios al ponerla en marcha es jugar a
ser Dios y estar en todas partes durante todo el tiempo. La empresa
pierde la oportunidad de crecer a partir de la idea inicial de negocio
de su propietario o gerente. Un responsable de cada área de negocios
bien estructurada, especializada y delimitada para detectar los posibles
fallos y necesidades, incluso ver oportunidades. De esta manera se dan
varios puntos de vista y resulta más enriquecedora la visión general de
la empresa, con una comunicación fluida, que vista por un único punto de
vista.
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